Ruta eminentemente paisajista. Desde Vilarinho de Negrões por caminos y pistas ascendemos hasta el pueblo de Lamacha, a nuestras espaldas el extenso embalse que ocupa todo el valle. Regreso a Negroes y por carretera de nuevo a Vilarinho. Lo mejor las vistas panorámicas sobre las aldeas que se asientan en las riberas de la Albufeira da Barragem.
Ruta fácil que discurre primero por los montes próximos para descender hasta el río Verdugo y seguir la senda hasta O Pasos da Fraga, por aquí pasa la Vía Mariana Luso Galaica. Cruzamos de nuevo el Verdugo por el paso de «poldras» para continuar río arriba por caminos y algún tramo de asfalto hasta el desvío de la senda Das Almiñas, bajamos hasta el Foso do Lobo y a las pozas del Verdugo, regreso por el mismo tramo hasta la pista que nos lleva al río Calvelle con sus molinos. Nos queda un tramo corto por carretera hasta el punto de inicio.
» Muy cerca de la orilla del Lago de Sanabria, en Ribadelago Viejo, se inicia el recorrido que se interna a través del estrecho y espectacular Cañón del Tera. A la salida del citado pueblo y, siempre paralelo al río, se encuentra la cerrada garganta. Después de dejar a la derecha el camino de San Martín de Castañeda y vadear el Tera por un improvisado paso, el sendero discurre por una zona de grandes piedras acarreadas por la corriente.
Al llegar a las primeras cascadas es necesario cruzar de nuevo el río y comenzar a ganar altura para salvar las primeras dificultades topográficas. Las huellas dejadas por las distintas glaciaciones cuaternarias en las rocas cámbricas de la zona caracterizan el relieve.
Profundos barrancos, circos glaciares, alturas aborregadas, ibones, morrenas y bloques erráticos son algunas de las muestras de la erosión producida por el hielo. En el privilegiado entorno del Parque Natural del Lago de Sanabria se pueden localizar hasta 40 lagunas de origen glaciar.
Una vereda cada vez más desdibujada alcanza, tras descender por unas escaleras naturales, la llamada Poza de Las Ninfas. Cascadas y pequeñas lagunas se alternan formando un rosario de gran belleza.
En el ensanchamiento de la garganta se forma el valle de la Cueva de San Martín. Desde aquí continuamos a Presa Rota, pozas, bosque autóctono y pequeñas mesetas con pradería nos llevan hasta la base de la antigua presa. (ver catástrofe de Ribadelago)
Retornamos por el mismo sendero hasta el desvío a San Martín de Castañeda, ascensión a media ladera hasta la parte alta en donde seguimos el sendero de Los Monjes que nos devuelve al punto de inicio. Bajada en ciertos tramos dura por su desnivel y la cantidad de piedras que tapizan el camino. Vistas amplias del Lago y su entorno.
Ruta desde el antiguo monasterio de San Pedro de Rocas por el camino Real, ascendemos por al camino que discurre por una extensa fraga autóctona hasta llegar al cruce con el Camino Natural de la Ribeira Sacra en el pueblo de Arcos, camino que llega al monasterio de San Esteban de Ribas de Sil. Por corredoiras y pistas ascendemos a la ermita de A Virxen do Monte (950 m), al pie de Monte Meda. Regresamos por el mismo camino hasta Arcos donde nos desviamos por una derivación del Camino Natural hasta la carretera que viene de Rocas. Un poco de asfalto hasta volver al Camino Real que nos devuelve al Monasterio.
Desde el pueblo de Aldosende unimos la ruta del Camino Vello con la senda del río Loio hasta el pueblo de Paradela, capital del concello. Ruta que discurre por la ribera izquierda del curso del río Miño en el embalse de Belesar hasta las inmediaciones de Portomarín, en la ribera del río Loio. Descenso largo hasta el Mirador de Aldosende, aquí comienza un tramo precioso en donde la senda discurre excavada en la misma roca que baja hasta la cola del embalse donde vierte sus aguas el Rego daTrapa. También se encuentran varios tramos de escaleras en piedra con vallas, es el desfiladero de Bacelo. El recorrido continua por la orilla del Miño en un tramo sencillo y sin pendiente, sobre el río, finaliza en el antiguo monasterio de San Facundo de Ribas de Miño, formado por el templo parroquial y una casa rectoral anexa, construído por los monjes benedictinos para facilitar el paso del río a los peregrinos en el Camino de Santiago que no querían pagar «el portazgo» por el paso de Portomarín, usufructuario del poder real. Continuamos por un camino de carro con muros a ambos lados, entre viñedos y fincas hasta llegar el lugar de A Adega dos Penedos. En este lugar se encuentran varias construcciones en ruinas y algunas muestras de la etnografía de la zona: pías en la piedra, eras, restos de un carro de eje y de un telar, etc. Se encuentra además en un promontorio sobre el río Miño lo que permite unas buenas vistas del entorno. El tramo final recorre una carballeira hasta llegar a la aldea de Santa Marta, en donde podremos visitar las ruinas de la capilla, por asfalto continuamos hasta el mirador de Cabo de Vila, vistas de Portomarín, en donde finaliza el sendero. Por asfalto hacemos los 2 kms hasta el inicio de la senda del río Loio. Esta ruta que discurre cerca del Camino de Santiago, cruza zonas con una importante muestra de bosque autóctono junto a la ribera del río Loio. La senda discurre entre bosques y montes que antaño fueron intensamente trabajados. Castañares y robledales milenarios se mezclan con abedules y alisos. Recorremos la Corga dos Frades, el pueblo de Loio, los restos del monasterio donde se fundó la Hermandad de los Caballeros de Santiago. Varios puentes de madera y finalmente, el molino y puente de A Retorta, nos devuelven al pueblo de Paradela. Las dos rutas unidas, pr-g 14 y pr-g 259, configuran una ruta muy interesante en donde tradición, etnografía, paisaje e historia se funden para gozo del senderista.
Miarodoiro de AldosendeCamino VelloDesfiladero de BaceloRío Miño, presa de BelesarMonasterio San FacundoMiradoiro da Adega dos PenedosMiradoiro Cabo de VilaPortomarín al fondo